Terry acaba de echarse la siesta en la cueva porque ha pensado que en este tranquilo lugar encontrará un poco de paz y podrá reposar. No obstante, se ha olvidado por completo de que al lado de la cueva está la playa aquella, a la que siempre acuden las maduritas con ganas de sexo, esperando a tener la oportunidad de recibir una buena follada. Haz clic aquí para averiguar qué sucedió a continuación, cuando Delia descubre que la polla de Terry está en desuso.