No le gusta mucho las frutas ... Lo que más le gusta es mirarla trepar en su taburete vestido con falda sexy que permite vislumbrarla bastante posterior cuando el viento decide amotinarse ... Y ... su magnífico albaricoque ... muy regordete y jugoso ... ¡No puede resistir el impulso de probarlo! Su carne tierna, su pequeño núcleo, su delicada pelusa ... Va a comerlo todo antes de que le dé un gran dardo. ¡Una escena muy hermosa con una campesina muy codicioso que consiga follada por todos los agujeros! Tomar sin moderación!